miércoles, 18 de noviembre de 2009

La Banda Trapera del Río (y II)

Por fin, un contrato firmado con Discophon los reúne de nuevo en 1982 para grabar en Esplugas de Llobregat Guante de Guillotina, su segundo LP, con un estilo más cercano al rock duro convencional y más moderado en lo que a títulos y letras se refiere. A pesar de que, tanto este trabajo como los posteriores, no son malos, La Trapera siempre será identificada con su primera obra.

Aunque entonces el rock duro está de moda, Morfi se queja de que a ellos se les ignora cuando siempre han hecho ese tipo de música: España es un país básicamente hortera, no entiende de rock, para los españoles el rock es una moda, y eso no sirve. Es como la sangre, ha de llevarse dentro, es una vergüenza que vuelva el rock duro y todo dios se apunte. ¿Viste a Barón Rojo tocando con Antoñito Flores en Aplauso?¡Qué chorrada tío! Eso es como si nosotros tocáramos con Raimon. La Banda Trapera del Río ha tenido estilo propio, estuvimos con el punk al principio porque era una movida contra el muermo del rock layetano.

Pero todo se tuerce otra vez. Tras un primer single, Tu pistola no me mola, y antes de la aparición del LP, la discográfica quiebra y se ven de nuevo tirados en la cuneta, lo que les lleva a otra separación.

El Tío Modes se marcha a Francia, a la vendimia y a tocar la guitarra en el metro de París. Mientras, Morfi atraviesa malos momentos a causa de su enganche a la heroína, del que logra salir e incluso ayuda a recuperarse a otros que recalan en el mismo centro en que él se trató.

Después de un tiempo vuelven a tocar los dos juntos acompañados en directo por componentes de Dossier Negro, pero sin recuperar el nombre de La Trapera a pesar de hacer versiones de sus temas clásicos. Como segundo guitarrista de esta formación tenemos a Javier Juliá (hermano del crítico musical y seguidor incodicional de La Trapera Ignacio Juliá), acompañante de Loquillo con los Trogloditas y con los Intocables.

Publican un mini LP, Aliento de Noches, que incluye los (para Morfi) autobiográficos Mendigo y Cayendo, más Brigada Antidroga, La Losa (balada de Esther Vallés, poetisa que también escribió Ciutat Podrida) y Aliento de Noches.

También Morfi se decide a probar cosas nuevas por su cuenta. Publicó un disco en solitario como Zona Grey, con un estilo muy alejado del de su banda original y, como Miguel Ángel Sánchez, formó parte de Vox Animal.

Por su parte, el Tío Modes y Raf Pulido, que cambia las baquetas por el micro, forman Oficial Matute (sí, el de Don Gato), de carácter más próximo a La Trapera. Graban un disco donde aparecen algunos temas compuestos por Pulido y que figuraban ya en el inédito por entonces Guante de Guillotina como Juventud Tatuada o Misógino, además de una versión de Ciutat Podrida.
En 1992 se reedita su primera obra y, al año siguiente, por fin aparecen Guante de Guillotina (además de un nuevo single), parte de cuyo contenido ya era conocido aparte de por las versiones de Oficial Matute, por formar parte de los directos del grupo. Munster-Records(http://www.munster-records.com/) se encargó de ambos trabajos además de los que vendrían a continuación.

Al parecer, Guante de Guillotina se confecciona a partir de una cinta de casete que se grabó directamente de la mesa de mezclas ya que el máster había desaparecido. No es hasta 2006 que se edita en condiciones una vez reaparecido el máster.

La buena acogida de las grabaciones les vuelve a lanzar a la carretera, grabando Directo a los Cojones en 1994, fiel reflejo del sonido del grupo en un escenario.

Lo que sería su último disco grande, Mentemblanco, aparece, según unas fuentes, también en 1994 y, según otras, en 1996, tras lo cual se produjo la desaparición de una Banda Trapera del Río que no podrá volver, pues el 1 de noviembre de 2004 muere el Tío Modes a causa de un cáncer de páncreas e hígado producto de sus excesos con las drogas. Raúl, hijo de Raf Pulido y que pasó su vida junto a Modesto, ya que Raf y él vivían juntos, heredó dos cosas de su tío postizo: las clases de guitarra y su legendaria Gibson.

Dos meses después fallece Rockhita víctima de otro cáncer dejando dos legados: su paso por La Trapera y haber enseñado a tocar la guitarra a los hermanos Muñoz (Estopa), otro conocido producto musical de Cornellá.

Morfi, por su parte, se aseguró el pecunio trabajando en la fábrica que la familia de su mujer (los conocidos Jijona) tiene en Granollers. Él mismo nos cuenta su vida actual en esta entrevista, donde se presenta el libro Escupidos de la Boca de Dios, biografía de la banda.

Las visitas de la Parca, los nuevos tiempos y la vida acomodada pretendieron acabar con una leyenda, pero La Banda Trapera del Río no solo fue un vehículo de reinvidación, sino un grupo de rock duro atemporal, así que, el 13 de junio de 2009 y con los inevitables cambios, resurge de sus cenizas, para ofrecer lo que, en principio, sería un único concierto gratuito en Cornellá conmemorando el trigésimo aniversario de la publicación de su primer disco.

Al escenario subieron Morfi, Raf y El Subidas como antiguos miembros más Raúl Pulido con la Les Paul de Tío Modes y Fosi, guitarrista de los barceloneses Cancerberos e incondicional de La Trapera.

Lo que iba a ser un concierto anecdótico se convirtió en un regreso a lo grande , y, cuando se publica esta entrada, ya han ofrecido varias actuaciones, como esta en Coruña junto a Motociclón (otros monstruos mezcla de punk y rock duro). Aunque al parecer en este momento la gira está suspendida por enfermedad de uno de sus componentes.

Aunque los incondicionales ya la conoceréis, los que queráis saber más sobre el grupo tenéis la biografía a que antes hacíamos referencia. Escupidos de la Boca de Dios se publicó en 2007 a través de los mismos Munster que reeditan sus discos. Jaime Gonzalo, uno de los fundadores de la revista Ruta 66, se ocupó de la redacción, mientras que las fotos corrieron a cargo de Salvador Costa, fotógrafo de la banda desde sus comienzos y del punk londinense en general, y que falleció el 30 de octubre de 2008, a los 60 años de edad, víctima de una enfermedad neurodegenerativa.

Esta obra, más Grabaciones Completas 1976/1982, reedición como ya hemos dicho de sus dos primeros trabajos, a lo que se añaden grabaciones en directo nunca publicadas y un libreto escrito por el mismo autor de la biografía, ponen al grupo en el sitio que se merece dentro de la historia del rock español.


 

Enlaces:

http://trapera.blogspot.com/
http://www.myspace.com/curriqui
http://www.myspace.com/labandatraperadelrio
http://www.elmundo.es/papel/2004/11/07/opinion/1716018.html
http://www.apunkalipsis.andorhost.net/index.php?option=com_content&task=view&id=37&Itemid=44
http://www.dtodo1poco.com/pieldtoro/modules.php?name=News&file=article&sid=45
http://www.elpais.com/articulo/cultura/GIRONA/Nueva/edicion/Canet/Rock/elpepicul/19780827elpepicul_2/Tes/
http://www.elpais.com/articulo/revista/agosto/BARCELONA/BARCELONA_/MUNICIPIO/deudas/sala/Zeleste/amenazan/fin/era/musical/Barcelona/elpeputec/20000803elpepirdv_17/Tes
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=4&idioma=CAS&idnoticia_PK=620583&idseccio_PK=1013
http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=557680&idseccio_PK=1013
http://www.ladinamo.org/ldnm/articulo.php?numero=26&id=670
http://www.diagonalperiodico.net/La-Banda-Trapera-rock-curriqui-del.html

La Banda Trapera del Río (I)

Demasiado punk para los heavies y demasiado heavies para los punk. Así se consideró en su momento a esta banda que ha llegado a ser incluso comparada con los Stooges de Iggy Pop.

En realidad, sus creaciones reflejan simplemente el ambiente en el que crecieron. Sus letras son crónicas suburbiales y críticas sociales, y su música el resultado de la afición al rock duro y al blues. Es esta mezcla de guitarras duras, voces desgarradas y letras hirientes (más las batallas campales, no siempre provocadas por el púbico, en que se convertían sus conciertos), lo que les encasilló, no sin razón, dentro del punk, movimiento que empezaba por entonces a surgir en el Reino Unido y que ellos mismos adoptaron como propio en un principio para luego abandonarlo y definir su música como rock trapero o rock de cloaca.

Sin embargo, en lo referente al movimiento punk, España no va a remolque de ideologías importadas, pues gente como Ramoncín y W.C.?, Peligro, los guipuzcoanos Basura o La Tapera aparecen más o menos a la vez que los británicos Sex Pistols, U.K. Subs o Clash. De hecho, los traperos celebraron su primer concierto solo dos meses después de la primera aparición de Sex Pistols en la prensa musical española.

El nacimiento de la Banda Trapera del Río se produce en 1976 en el barrio de San Ildefonso de Cornellá, pueblo de Barcelona situado en el Bajo Llobregat, comarca agrícola e industrial, caracterizada por la masiva inmigración, principalmente andaluza y marroquí. Salvador Domínguez en Los Hijos del Rock nos habla de una nueva cultura, fruto de la fusión del gazpacho y la butifarra.

Una ciudad dormitorio, barrio obrero a medio construir (en este artículo en inglés tenéis una foto para que os hagáis una idea), reivindicativo y, como es lógico, de ideas socialistas y comunistas, da mucho juego a una gente joven harta de lo que le rodea y que ve en el rock una forma de dar salida a sus frustaciones.

La idea original del grupo era molestar con su música. Y lo consiguió desde el principio con La Regla, que, según su cantante Morfi, se compuso con el único fin de escandalizar.

La mala leche de sus letras se vio apoyada por la enrabietada voz de Morfi Grei, los martillazos de Raf Pulido a la batería y la sierra mecánica en que se convertía la Gibson de Modesto Agriarte, apodado El Metralleta con razón. Él mismo, dejando claro que sus padres no le inscribieron en el Registro Civil con el nombre correcto, se ha considerado el único guitarrista auténtico de rock duro en España, pues dice que el resto solo imita a los extranjeros. Para él era más importante la originalidad que el virtuosismo. No obstante, también es calificado por terceros (que no son de su familia) como uno de los mejores guitarristas de rock duro del país.

Los componentes originales, según figura en su apartado de Myspace, fueron Morfi Grei, Manuel Verdún, El Loli, Juan Pastor y Joaquín (así, a secas). Pero quienes realmente escribieron la historia han sido Morfi Grei (Miguel Ángel Sánchez) a la voz, Modesto Metralleta Agriarte (apodado Tío Modes por ser el de mayor edad) a la guitarra solista y Juan Raf Pulido en la batería, los tres inamovibles desde el comienzo de la banda hasta su primera disolución. Rockhita se ocupó de la guitarra rítmica entre 1976 y 1978, el mismo periodo en que El Llobregat completó la base rítimica con un bajo que, según cuenta él mismo, costó 800 pesetas.

Como músicos habían pasado por el rock sinfónico, pero llegaron a la conclusión de que les aburría soberanamente. Es por ello y por su actitud irreverente y provocativa tanto personal como musical que se agarraron en un principio a la ideología punk. Decidieron probar a romper tímpanos y remover conciencias, cortando de paso con el muermo que suponían tendencias como la Nova Cançó, el Jazz-Rock Layetano o la Salsa.

Su primer concierto se celebró en noviembre de 1976.

El 4 de diciembre de 1977 formaron parte del cartel del primer festival punk de Barcelona (aunque fue más un compendio de rock de alto voltaje sin etiquetas) junto a grupos como Basura, Peligro, Mórtimer o Ramoncín y W.C.? La organización corrió a cargo de la agencia Cuc Sonat y se celebró en el casino de la Alianza del Poble Nou.

Durante el año siguiente La Trapera siguió participando en los festivales organizados por esa misma agencia en la comunidad catalana, siendo considerada como la mejor banda de las que componían el plantel de la gira.

Además de en los locales barceloneses, su música también sonó en directo en muchos actos políticos de izquierdas, incluida una fiesta de las Juventudes Comunistas donde Morfi tuvo el detalle de dedicar una meada al respetable, entre el cual se encontraba el mismísimo Santiago Carrillo.

Sus irreverencias y excentricidades (algunas organizadas por su peculiar mánager El Chiri y otras por el mismo Morfi) no se limitaban al escenario; también fuera de él montaron espectáculos. Buenos ejemplos fueron su presentación a la alcaldía de Cornellá, recorriendo las calles de su barrio en un Dos Caballos descapotado y escoltados por los macarras de la zona a lomos de sus motos trucadas. En otra ocasión, con motivo del cumpleaños del grupo, celebraron una rueda de prensa en el primer sex-shop del Barrio Chino de Barcelona, acto en el que no se olvidaron del pastel, que Morfi cortó con el típico machete de los exploradores de las películas de Tarzán.

Plantarse a la entrada del Metro, tras una noche de juerga, a reírse de los currelas que iban dejando un reguero de legañas en su camino al tajo, o el azuzamiento con una barra de pan por parte de Morfi disfrazado de guardia civil, al público que hacía cola para entrar en un concierto de La Trapera en el País Vasco son otras de las temeridades a que se osaron nuestros protagonistas.

Para saber más de los desvaríos de la banda, además de otros aspectos biográficos, os aconsejo leer esta interesante entrevista a su cantante.

Dado su carácter, digamos, conflictivo, no tuvieron fácil acceder a un estudio de grabación, aunque, por fin en 1978, aparece su primer single, conteniendo La Cloaca y su mítica La Regla. Belter, compañía dedicada principalmente al folclore español (Manolo Escobar, Juanita Reina...), fue la que se atrevió a emprender semejante empresa.

La promoción prácticamente nula y el veto de algunas emisoras de radio a emitir los temas no impidió que las copias del disco se agotaran y que los traperos comenzaran a tocar por toda España, haciéndose con un gran número de seguidores.

Sus actuaciones les llevaron a Madrid, donde ofrecieron tres conciertos en la famosa sala M&M. Allí, Kaka de Luxe, formación origen de posteriores protagonistas de la movida madrileña como La Mode, Alaska y Los Pegamoides o Radio Futura, se vieron sorprendidos por el rock de cloaca, lo que les animó incluso a ofrecerse como teloneros de sus conciertos.

El día 10 de marzo de 1978 se celebró, en la Casa de Campo de Madrid, el festival Bronco-Rock, donde pretendieron (sí, pretendieron) tocar Salvador Domínguez, Cráter, La Banda Trapera del Río y los míticos Lone Star. La cosa se desmadró y acabó en bronca monumental, como nos cuenta el propio Raf Pulido en esta crónica exprés fusilada de Ladinamo:

Nada más llegar vimos como las pandas de Vallecas daban una paliza a uno de los organizadores. Habían reventado las vallas y se habían colado por la cara. A los de Lone Star les habían robado la batería. No había dinero para pagar a los grupos y los guantazos iban y venían. Ya que estábamos allí decidimos tocar. Dimos un conciertazo. Al acabar subió un menda al escenario, cogió el micro y obligó a todo el mundo a aportar algo de pasta. ¡Nos dieron 76.000 pelas en monedas! Además nos cargaron la furgoneta y nos metieron micros que no eran nuestros.

El 2 de septiembre de ese mismo año actúan en el festival Canet Rock 78, primera edición en que intervienen bandas extranjeras como Blondie, Ultravox o Kevin Ayers.

A raíz de este concierto surge una propuesta para tocar en la mítica sala Zeleste por parte de su dueño, Víctor Jou.

Fundada en 1973 en la calle Platería de Barcelona, por su pequeño escenario y sus cutres camerinos, además de como clientes habituales, pasaron Sisa, Tete Montoliú (que grabó allí tres discos en directo), Gato Pérez, la Companya Eléctrica Dharma y las orquestas Mirasol y Platería (formada esta última en el mismo local) dando entre todos origen a lo que se conoció como música laietana. En resumidas cuentas, nido de lo más odiado por La Trapera. En aquella época el rock no formaba parte del repertorio de la sala, llegando incluso a cortar la electricidad en el concierto de Paracelso, grupo rockero madrileño encabezado por el Gran Wyoming.

Sin embargo las dos noches de rock de cloaca fueron un éxito y demostraron que no todas las actuaciones tenían que ser semilla de actos violentos ni enfrentamientos con el público.

Ya a finales de año, los días 23 y 26 de diciembre, actuaron en las fiestas navideñas de Barcelona, compartiendo noche con gente tan dispar como Pekenikes o Borne.

Sirva este repaso como ejemplo del éxito de La Banda Trapera del Río a pesar del desprecio de las discográficas y la falta de promoción radiofónica, no obstante lo cual en 1979 aparece su primer disco grande (de título La Banda Trapera del Río), con un año de retraso respecto a su grabación con Belter.

Curriqui de Barrio, Venid a las Clocas (o La Cloaca), Eunucos Mentales, Ciutat Podrida, La Regla, Nos gusta cagarnos en la Sociedad o un Padrenuestro muy especial son ejemplos del carácter provocador y crítico del grupo.

De nuevo la mala distribución y el veto de la emisoras no pudieron impedir que se repitiera el éxito de ventas de su single. El mismo trato recibieron por parte de la compañía otros grupos que han pasado a ser clásicos del rock español, pero que no empezaron con buen pie, como Burning, PVP o Los Burros.

Como suele ser habitual, en el muy recomendable Sangre Española se pueden encontrar grabaciones de la banda, aunque, en el momento de escribir esto, es relativamente fácil adquirir sus dos primeros discos reeditados en formato CD por varias compañias o el Grabaciones Originales 1976/1982 de Munster-records, que contiene los dos primeros trabajos más cortes inéditos.

Volviendo a nuestra historia, el grupo continúa con lo que mejor sabe hacer, actuar en directo. El 5 de marzo de 1979 se presenta teloneando a la banda de Ian Gillan, ex-cantante de Deep Purple, en el Teatro Monumental de Madrid, donde sufre la maldición de todos los teloneros de le época, el boicot del técnico de mesa para evitar que el invitado suene mejor que la gran estrella.

Otra de sus actuaciones memorables fue, de vuelta a Cornellá, el concierto-funeral homenaje por la muerte de Sid Vicious (bajista de Sex Pistols e icono del punk), producida por una sobredosis el 2 de febrero de ese mismo año. El espectáculo terminó, como todo concierto punk que se precie, con la policía desalojando el local.

Fue esta también una época de cambios en la formación. Montoya, miembro de la conocida familia de artistas flamencos, ocupa efímeramente el puesto de bajista que deja libre El Llobregat al verse obligado a cumplir con el sagrado e inexcusable deber para con la patria, es decir, marcharse a la mili. Efímeramente porque, al poco tiempo, el recién llegado Montoya le sigue en su obligada aventura militar, siendo sustituido a su vez por Jordi Pujadas (El Subidas), menos duro, pero más profesional que sus predecesores.

Rockhita, por su parte, hace tres cosas seguramente impensables en la fundación del grupo: deja de ser un trapero, se casa con una policía secreta e ingresa él mismo en la Policía Nacional. Ocupó también brevemente el puesto de bajista entre la salida de El Llobregat y la llegada de Montoya.

La incomprensión y mal trato por parte de los mánagers, los intermediarios y, principalmente, las discográficas, espantadas por la rebeldía del grupo y empeñadas en imponer restricciones en las letras de sus canciones (lo que les llevaba a clavar los contratos en el local de ensayo para mearse y escupir en ellos), precipitó su primera separación en 1981 al no ver posibilidades de un nuevo disco.