martes, 4 de noviembre de 2008

Nos va la marcha 2008 (I)


Aunque son muchos los festivales de rock que se celebran en España a lo largo del año, el pasado 27 de septiembre de 2008 tuvo lugar uno muy especial: la conmemoración del trigésimo aniversario del histórico Rocktiembre.

El 22 de septiembre de 1978, en la plaza de toros de Vista Alegre en Madrid, se dieron cita Topo, Cucharada, Leño, Mad, Coz y Teddy Bautista. Menos este último, el resto eran grupos que estaban empezando pero que hoy son parte de la Historia del rock español y, si no los grupos, sí sus integrantes, han continuado en la brecha durante muchos años o permanecen aún en activo.

Las avalanchas de gente, cargas policiales y demás incidentes en la entrada, más propios hoy en día de un partido de fútbol, dieron paso a un festival mal organizado, que salió adelante gracias a la buena voluntad y el interés de los propios músicos, pero donde la gente disfrutó. El acontecimiento quedó plasmado en la película Nos Va La Marcha y un doble LP editado por Chapa Discos (división roquera de Zafiro) de igual título. Desgraciadamente ni el disco ni la película han pasado a formato digital, por lo que actualmente son inencontrables por los cauces legales.

Julio Castejón, líder de Asfalto nos hace en su blog una reseña de lo que fue aquel acontecimiento visto desde dentro.

Los que no estuvimos allí, pero somos aficionados al rock nacional desde hace años, hemos tenido la oportunidad de asistir a su conmemoración. Treinta años han hecho cambiar mucho el país y, por extensión, el comportamiento de la gente; donde en 1978 hubo tumultos e intervenciones policiales, en 2008 ha habido educación y tranquilidad. Por supuesto que había policía, pero igual que había personal sanitario y ambulancias, como suele ser preceptivo en cualquier acto público.

El sitio elegido para el acontecimiento fue un amplio anfiteatro de fácil acceso tanto en coche como en transporte público situado en la zona de Vallecas, emblemático barrio obrero y antiguo pueblo de Madrid, cuna además de músicos de rock y cantautores. Al frente del anfiteatro un amplio escenario permanente donde los músicos podían moverse con comodidad, y en los laterales los accesos al recinto que, al estar a pie de calle, sin vallas ni puertas, facilitaban la entrada y salida de la gente. Aunque el horario se cumplió estrictamente y los cambios entre grupos eran rápidos, daba tiempo a acercarse a alguno de los bares cercanos a descansar los oídos y remojarse el gaznate.

Antes de hablar de los músicos vamos a echar un ojo al público. Los pelos largos y cuerpos jóvenes y delgados de 1978 han sido sustituidos por calvas, panzas y arrugas. Las mismas camisetas negras con nombres de grupos de rock pero dos o tres tallas más grandes. Claro que también sigue habiendo gente joven. Gente que no ha vivido la eclosión de los grupos que actuaron, pero que los siguen con el mismo interés de quienes los han conocido tocando la guitarra casi con chupete.

Lone Star habla de "hijos del rock and roll" y Barón Rojo de "hermanos del rock and roll", y en este concierto hemos encontrado la siguiente generación: los "nietos del rock and roll". De la situación casi marginal de los aficionados al rock de hace treinta años hemos pasado a la familia completa asistiendo a un concierto con total tranquilidad. Otra de las ventajas de celebrar el espectáculo en un sitio abierto. Los años dan personalidad y ya no hay que ir con una camiseta de Barón Rojo y una muñequera de tachuelas para hacer patente la tribu a la que perteneces. Entre el público, al lado del roquero de la chupa de cuero y los pelos largos, podíamos ver a la mamá, vecina de la zona, que se había acercado con el niño un rato a escuchar música en directo.

Por supuesto también hubo algún que otro metepatas. Los que ya no vamos a cumplir diecisiete años hemos pasado por esa edad, y hay que entender que con el cerebro de leche no se tiene un discernimiento claro entre diversión y dar pol culo, lo que no hace menos molesto tener al lado a cuatro energúmenos empujándose porque estar de pie escuchando música se les hace pesado. Afortunadamente, como este tipo de gente no distingue entre un concierto y un encierro de toros, a los diez minutos ya se habían aburrido y marchado, supongo, a tumbar árboles a cabezazos o papeleras a patadas. Por lo demás, como digo, total tranquilidad y casi podríamos decir que, por lo menos durante la tarde, "ambiente familiar", al menos en la zona donde me encontraba situado.

También la tecnología ha cambiado en estos 30 años y cada cuál intentaba llevarse como podía un recuerdo del concierto mediante teléfonos móviles y cámaras digitales de fotos y vídeo. Pero quien vela por los derechos de autor puede estar tranquilo, porque el atronador volumen de la música impedía grabarla con nitidez.

4 comentarios:

Juanjavier Martínez dijo...

Tío pero, ¿de dónde sacas tamaña cantidad de información?

Supongo que porque te tira el rollo y se ve que es gran parte de tu vida.

Las fotos están que te cagas.¿están hechas con la camarilla esa que menseñaste?

Venga, tú, sigue contando cosas jivilorras.

Rai García dijo...

Un millón de gracias a todos los que estáis colaborando.
¡¡Que la cosa no decaiga!! ¿Queréis un DVD de la película?
Os recuerdo que podéis seguir ayudándonos. Sólo tenéis que entrar en esta página:
www.vkm.is/nosvalamarcha
Digitalización y restauración de la película "Nos va la marcha"
Cuando en 1.978 rodamos “Nos va la marcha” no imaginábamos que se convertiría en una película de "culto". Hoy, con vuestra ayuda queremos restaurarla y, a cambio,…
VERKAMI.COM

Javier M dijo...

Hola Rai.

No sé si leerás esto, pero tengo que decirte que me parece una gran idea el proyecto de restauración de la peli. Por desgracia se pueden ver con una buena calidad el festival de WoodStock o Pink Floyd en Pompeya, pero no cosas históricas españolas como el Nos Va La Marcha original.

De hecho este del que hablo en estas entradas también, por lo que oí, había un proyecto de publicarlo, pero al final nada. Por correo electrónico hablé con Carlos Hervás de Casablanca. Me dijo que no tenía demasiada confianza en que saliera el vídeo del festivl y que ellos habían grabado aparte su actuación por si acaso, pero por desgracia, ni una cosa ni la otra han visto la luz.

Aunque este blog está echado a perder por falta de tiempo y de ganas haré una entrada rápida por si alguien pasa por aquí y le interesa colaborar.

También lo pondré en uno nuevo que llevo con unos amigos por lo mismo. No servirá de mucho, pero, aparte de mi propia aportación al proyecto, poco más puedo hacer.

Un saludo y que tengas mucha suerte.

Rai García dijo...

Gracias, Javier. A ver si lo logramos. Un saludo.